
La episiotomía constituye una de las prácticas obstétricas más habituales, si bien su uso está en claro retroceso y supone un detrimento para la paciente, como así queda reflejado en el documento ‘Estrategia del Parto Normal del Sistema Nacional de Salud’ del año 2015, es aquí donde se intentan refrendar y justificar mediante la evidencia científica de las diferentes prácticas obstétricas y denostando aquellas que carecen de este respaldo.
Cada vez es más habitual que las diversas unidades obstétricas reivindiquen y luchen por garantizar una atención al parto humanizado y lo más ‘natural’ posible, afianzando el valor de la gestante en la toma de decisiones respecto al mismo.
Ya en la segunda fase del parto, en el periodo expulsivo, puede ser precisa la apertura del espacio perineal para facilitar la salida fetal, y así queda definida esta técnica: ‘La episiotomía es un procedimiento quirúrgico para ampliar la parte inferior de la vagina, el anillo vulvar y el tejido perineal durante la fase de expulsión fetal en el parto’ (Ballesteros-Meseguer C et al. La episiotomía y su relación con distintas variables clínicas que influyen en su realización).
Las recomendaciones respecto a esta práctica son: promover la episiotomía selectiva, no suturar los desgarros o cortes leves y preferentemente realizar episiotomía mediolateral con sutura continua, entre otras.
Thacker y Banta, en 1983, publicaron su artículo ‘Benefits and risks of episiotomy: an interpretative review of the English language literature, 1860-1980’, donde remarcaron la ausencia de evidencia científica respecto a las bondades de la episiotomía, aunque si subrayaron sus riesgos, como son: dolor, edema, hemorragia, infección y dispareunia (coito doloroso).

‘La OMS (Organización Mundial de la Salud) alerta de que una tasa por encima del 20% no está justificada, mientras que el Ministerio de Sanidad propone como estándar de calidad una tasa inferior al 15%’ (Recio A. La atención al parto en España: Cifras para reflexionar sobre un problema).
La episiotomía en partos eutócicos se situaba en un 54,08%, aunque aumentaba esta cifra al 92,62% si hablamos de partos instrumentales (La Episiotomía en España. Datos del 2006). Aunque las cifras han ido disminuyendo, en el año 2009 la cifra aún se situaba en un 52,45%.
Pero ¿qué indicaciones tiene la episiotomía? Por un lado, acortar el periodo expulsivo y disminuir la mortalidad fetal, por otro, evitar el posible desgarro perineal y, por último, prevenir el prolapso genital e incontinencia urinaria. A pesar de lo anterior, para la revisión de las evidencias científicas presentadas en el artículo ‘Episiotomía versus desagarro’, la episiotomía no debe realizarse de forma rutinaria dado que no presenta beneficios ni para la mujer ni para el recién nacido. Y puede presentar ciertas complicaciones (esquema inferior).

De forma resumida, ya hemos observado en que consiste esta técnica, la frecuencia de la misma en nuestro país, así como la necesidad de su oportuna selección a la hora de efectuarla, sin dejar de señalar sus posibles complicaciones. Me gustaría puntualizar que si existen ciertos factores que pueden influir en la necesidad de la realización de una episiotomía (o en su defecto de la aparición de desgarros), como son: la edad gestacional mayor de 41 sg (semanas de gestación), primiparidad, infecciones genitales previas, trabajo de parto prolongado, múltiples exploraciones vaginales y también se observa que en los partos que se inician de forma espontánea hay menos porcentaje de episiotomías que los estimulados o inducidos.
Os podéis preguntar, ¿cómo prevenirla?, verdaderamente es complicado (pues depende de múltiples factores), por ejemplo, respecto a la realización de ejercicios de suelo pélvico no hay evidencias sobre su beneficio en la remisión de episiotomías y desgarros. Por otro lado, tampoco hay ‘evidencia que apoye la realización rutinaria de masaje perineal intraparto con el objetivo de prevenir el trauma perineal y que, frente a la actitud activa de protección del periné con las manos, la estrategia de manos preparadas pero sin tocar parece mejorar los resultados perineales (Técnicas manuales intraparto de protección del periné para la prevención de desgarros perineales.Preevid).
Ante la eventualidad de que ocurra este trauma perineal (ya sea episiotomía o desgarro), y la necesidad de sutura con sus posteriores cuidados, estos serán: limpieza de la zona diaria con agua y jabón (también podrías hacerlo tras defecar si se prolongó la episiotomía hacia la zona anal) y secado de la misma (mejor no uses secador pues podrías quemarte), la dieta rica en fibra (evitaremos el estreñimiento), el primer día posparto podrías emplear hielo local si la zona estuviera edematizada y analgesia si tuvieses necesidad, mejor si usas compresas de algodón, los puntos son reabsorbibles no deben ser cortados (lo ideal es que seas valorada por un profesional a los 7 u 8 días posparto) pues la mayoría de veces la sutura aplicada es continua y si se retirara un punto se ‘abriría la zona’ costando mucho más su recuperación.
¿Cuándo debes ir a que valoren cómo evoluciona la herida?, si observas la zona edematizada y enrojecida tras varios días, ante flujo de mal olor o que la herida supure o se abra, si el dolor va en aumento, y como siempre sostengo, ante cualquier duda acude a un profesional.

