
La mayoría de nosotros, lo primero que hacemos por la mañana o al conducir es poner música, algún tipo de melodía que nos estimule o nos relaje. Recién levantados y de forma instintiva nos preparamos el café y buscamos en el dial o en la televisión algún sonido que acompañe esta y otras actividades, podríamos pensar, como citaba Nietzsche, que ‘sin música la vida sería un error’.
Todos tenemos recuerdos positivos de diferentes melodías que nos relajan o nos hacen rememorar acontecimientos y en todo caso nos hacen sentir mejor, como citaba el líder de Nirvana, Kurt Cobain, ‘cuando una persona tiene un problema serio en la vida, se refleja en su música’.
Para el hombre, en su devenir histórico, la música ha constituido y constituye un instrumento no solo estético y cultural, el aspecto curativo como impelente de salud queda patente en el uso que se hace de la misma, recordemos las tarantelas que animaban al individuo a ejercitar su cuerpo para eliminar el veneno de la tarántula, o el uso que Carlo Broschi (Farinelli) hacia de sus árias en las interminables veladas nocturnas que trataban de calmar la obstinada demencia de Felipe V o la música como bálsamo de la alteraciones mentales que también se empleaban mediante las sonatas que acompañaban al pintor Hugo van der Goes y su locura, en su internamiento monacal de Rodeklooster. Sin olvidar la importancia que para determinados ascetas, como es el caso de la abadesa Hildegarda de Bingen, tenía la música como guía del alma.

Pero dejemos a un lado este preámbulo, que no hace otra cosa que refrendar la actitud que han tenido otras sociedades y otras épocas sobre la dualidad música y curación, del tipo que fuese, lo que hoy podríamos llamar musicoterapia (MT a partir de ahora) y que además trataremos de refrendar con la evidencia científica.
Lo primero que debemos hacer es usar una definición que nos ayude a comprender esta terapia, la MT es la aplicación de la música y sus elementos (armonía, melodía, sonido y ritmo) a pacientes con el fin de alcanzar resultados terapeúticos.
Para los autores Van der Steen J et al (en su artículo: ‘Intervenciones terapéuticas con música para los pacientes con demencia‘), la administración de sesiones musicales para los pacientes con esta alteración, reduce los síntomas depresivos aunque no tiene ningún efecto sobre la agitación y la agresión. A pesar de ello, inciden en el escaso efecto sobre su calidad de vida, subrayando la pertinencia de emplear en los estudios mayores tamaños muestrales.
En el artículo ‘La musicoterapia para la lesión cerebral adquirida‘ elaborado por Magee W et al, se refuerza la idea de que ‘la musicoterapia puede ser beneficiosa para mejorar la sincronización de la funcionalidad del miembro superior después del accidente cerebrovascular’, así como en la comunicación y en la calidad de vida del paciente.

Si nos centramos en la MT aplicada al neonato, sobre todo en los prematuros que ingresan en las unidades de neonatología, hay varios estudios (Best Practice, revisiones sistemáticas y ensayos clínicos) que apoyan sus bondades. Aunque en términos generales hay una limitada evidencia de su efectividad en la mejora de los parámetros fisiológicos y comportamentales. A pesar de lo anterior, un Best Practice del Cincinnati Children’s Hospital Medical Center, recomiendan que la MT sea aportada por personal cualificado que mejore el bienestar físico, emocional y social durante la estancia hospitalaria y destaca, en los estudios valorados por ellos, que no existen reacciones adversas y catalogan esta terapia ‘como coste-efectiva al disminuir la necesidad de medidas farmacológicas (por ejemplo, la necesidad de sedación)’. En otro meta-análisis (lo que se hace es valorar una serie de estudios, en este caso 30), del uso de la MT en prematuros, se concluyó:
- Se encontraron beneficios significativos del uso de la MT en las variables; frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno, capacidad de succión/alimentación y en la duración de la estancia hospitalaria.
- Los estudios que emplearon menor o igual a 75 dB mostraron efectos significativos.
- Los beneficios de la MT para bebés de 28 -35 sg (semanas de gestación) fueron significativos, no fue así en los menores de 28 sg o mayores de 35 semanas.
- Los efectos eran diferentes al emplear música en vivo frente a grabada, la primera fue más beneficiosa cuando no se establecía contacto con el bebé, pero la grabada era más eficaz si se acompañaba de contacto con el neonato, a través del método canguro o con masajes.
- También se ha observado un efecto positivo sobre la respuesta al dolor cuando se emplea la MT ante procedimientos diagnósticos o terapéuticos en neonatos a término y prematuros, dejando patente la disminución de la respuesta al dolor cuando se asociaba la MT con succión no nutritiva.
Uno de los últimos estudios que bajo el nombre ‘Fetal facial expressión in response to intravaginal music emission‘ (Expresión facial fetal en respuesta a la emisión de música vía vaginal) concluye:
- Se consigue que el feto oiga como nosotros, con solo 16 semanas ya pueden oír y responder a la música.
- La música activa circuitos cerebrales de estimulación del lenguaje y de la comunicación.
- El sonido que procede del exterior y desde su madre a penas lo oye, en este caso se emite desde la vagina.
- Facilita descartar la sordera fetal y reduce el estrés de los padres durante el embarazo, entre otras.
- Reduce el estrés materno, pues al emitir música provoca los movimientos fetales y que la madre se sienta más tranquila.
En el mismo centro donde se realizó el anterior estudio, Institut Marqués, elaboraron otro para tratar de mejorar la Fecundación in Vitro, con este fin incorporaron música (se expone a los embriones las 24 horas del día a micro vibraciones musicales) y mejoró la tasa de fecundación alrededor de un 5% en los óvulos cultivados.
La música por su inocuidad y beneficio puede reportar una serie de ventajas terapéuticas para los profesionales y ,en vuestro caso, los padres. En palabras de June Boyce-Tillman, ‘en el proceso dinámico de la existencia, un malestar puede considerarse como una llamada a la exploración de otras partes de la psique de cada individuo‘ (del libro: ‘La música como medicina del alma’).

