
En algunas ocasiones el líquido amniótico (LA) puede decrecer por debajo de los límites considerados normales denominándose esta situación oligoamnios, que en edades tempranas de la gestación es poco frecuente y, además, tiene mal pronóstico. Aunque si es habitual encontrar descenso del LA en gestaciones que continúan más allá del término.
Se reconoce que la insuficiencia placentaria crónica provoca disminución de LA no atribuible a un descenso de la producción de orina fetal. Es sabido que la compresión del cordón umbilical y la aparición de sufrimiento fetal aumenta conforme merma el volumen de LA en todos los trabajos de parto, especialmente en los que se producen después del término.
Es indiscutible que varios son los factores vinculados al oligoamnios: fetales (anomalías cromosómicas y congénitas, restricción del crecimiento, embarazo postérmino, etc.), placentarios (desprendimiento prematuro de placenta y transfusión intergemelar), maternos (diabetes, hipertensión, insuficiencia uteroplacentaria, preeclampsia, etc.), fármacos y de naturaleza idiopática.

Debemos distinguir entre el oligoamnios de inicio temprano y el que se presenta en etapas avanzadas puesto que su pronóstico y tratamiento varía sobre manera. Respecto al primero, reconocemos que varias son las causas relacionadas con la depleción de LA (citadas en el párrafo anterior), aunque generalmente se evidencia ante obstrucción de vías urinarias fetales (agenesia renal), de donde la anuria suele tener una relación causal en tales casos. Tenemos que señalar que del 15 al 25% de los casos, de este tipo de oligoamnios, se relacionan con anomalías fetales (cardíacas, cromosómicas, esqueléticas, genitourinarias y un largo etcétera).
Como citamos el pronóstico de este tipo de oligoamnios es aciago, pudiéndose apreciar, por ejemplo, abortos (por anomalías genéticas) y agenesia renal bilateral. Y en casos de fetos normales, estos pueden presentar, por adherencias del amnios, deformidades y alteraciones de las extremidades.
Un ejemplo de afectación en este primer grupo de oligoamnios es la hipoplasia pulmonar, según los estudios de Winn et al. (2000), donde se valoraron 163 casos de esta alteración, secundarios a rotura prematura de membranas (RPM) entre las 15 y 28 semanas, en el 13% de los casos se produjo esta anomalía. Para algunos autores (Fox y Badalian- 1994 y Lauria et al. – 1995) esta afectación pulmonar se produce por tres circunstancias: la compresión torácica que impide la expansión pulmonar y del tórax, en segundo lugar, por la falta de movimientos fetales que dificultan la entrada de aire y, por último, y como modelo más aceptado, por falta de retención de LA intrapulmonar o un incremento de su salida con alteración del crecimiento y desarrollo pulmonar.

Respecto al oligoamnios en etapas avanzadas del embarazo, su tratamiento dependerá de las circunstancias clínicas. Como no podía ser de otra manera es indispensable la valoración de anomalías y del crecimiento fetal, por la mortalidad asociada al oligoamnios más la restricción del crecimiento. De tal forma que la existencia de afectación materna o fetal rebasa el riesgo de complicaciones por parto prematuro. Ahora bien, si es detectado antes de las 36 semanas ajeno a alteraciones anatómicas y con un crecimiento fetal adecuado, su tratamiento será expectante, amén de una mayor vigilancia fetal.
Es importante señalar que el oligoamnios atenúa la visualización ecográfica de las estructuras fetales y, por otro lado, durante el trabajo de parto puede presentarse: un incremento de la compresión del cordón umbilical, meconio, aparecer alteraciones de la frecuencia fetal (desaceleraciones) o aumentar estas e incrementa la tasa de cesáreas.
Como ya os indicamos en el apartado anterior, el oligoamnios conlleva un volumen deficiente de LA, que puede implicar serias repercusiones fetales y maternas. Por otro lado, debemos reconocer que su diagnóstico se basa en una medida indirecta del volumen de LA mediante ecografía. Si los límites de ILA señalados como fisiológicos se sitúan entre 5 y 25 cm, el oligoamnios se encuentra por debajo del primero.
Sus causas pueden ser múltiples por patología útero-placentaria, malformaciones fetales, embarazo pretérmino, etcétera. Entre sus repercusiones podemos encontrar: alteración del crecimiento pulmonar fetal, restricción del crecimiento fetal, mala tolerancia fetal del trabajo de parto que puede conllevar a una cesárea e incluso muerte fetal.

Como describe el protocolo del Hospital Clinic de Barcelona, cuando se diagnostica de oligoamnios se deberá descartar una serie de posibles alteraciones que puedan desembocar en este como puede ser: rotura de membranas, crecimiento intrauterino retardado, infección por CMV (citomegalovirus), malformaciones fetales y toma de fármacos.
El pronóstico, por tanto, dependerá de la causa que indujo esta alteración, ahora bien, si no se encontrase motivo alguno estaríamos ante un oligoamnios idiopático que en cualquier caso su tratamiento y evolución estarán subordinados a su severidad y edad gestacional de aparición:
- En > 30 semanas, resultado favorable.
- En < 24 semanas y ante oligoamnios idiopático severo señalar que existe una tasa de mortalidad perinatal del 15% por hipoplasia pulmonar.
Existen estudios que refrendan que “la hidratación materna simple parece aumentar el volumen de líquido amniótico y puede ser beneficiosa en el tratamiento del oligohidramnios y la prevención del oligohidramnios durante el trabajo de parto o antes de la versión cefálica externa” (Hofmeyr GJ et al., 2002).
A pesar de estos datos recordemos que la evidencia disponible indica que los pacientes con oligoamnios idiopático no presentan peores resultados neonatales que las que poseen LA normal. Es por todo lo expuesto que los controles ecográficos y del bienestar fetal (monitores) serán más exhaustivos e incluso dependiendo de las circunstancias maternas y fetales se podrá actuar de manera expectante o inducir el parto.
No te agobies, los datos que introducimos en este apartado deben servirte para calibrar en que situación se podría encontrar una gestante que padezca este evento, pero de cualquier manera el control minucioso y la actuación pertinente resolverán esta anomalía.

