Acabas de descubrir que estás embarazada y tienes muchas dudas, ¿irá todo bien?, ¿cuándo debo ir al médico?, ¿cuántas ecografías debo hacerme?, ¿cómo sabré si estoy de parto?, bueno y un sinfín de cuestiones que desde el primer momento te planteas.
Pues bien, desde el principio y por lo general, tu médico de familia te derivará a la matrona del centro de salud y será esta la que te informe sobre las consultas posteriores, y especialmente sobre: las analíticas que te deben hacer, aspectos nutricionales y ejercicio a realizar, entre otras cosas. Y la posterior derivación al ginecóloga para el seguimiento de tu embarazo.
Si alcanzas las 40 semanas de gestación, deberías llevar unas 10 consultas con todos los profesionales. Claro está, sin contar con la educación maternal que es recomendable que lleves a cabo, recuerda que mantenerte informada te ayudará a afrontar no solo el embarazo, también una situación crítica como es el parto.
La confirmación.
Pocos días después de la fecundación, tu organismo es capaz de producir una hormona llamada gonadotropina que puede detectarse tanto en sangre como en orina y que constituye el diagnóstico definitivo de tu embarazo.
Aunque el método más ‘eficaz y seguro para el diagnóstico del embarazo tanto en el primer trimestre como en el resto de la gestación’ es la ecografía (Tratado de Obstetricia. J. A. Usandizaga y P. de la Fuente)
